El trastorno por consumo de sustancias es una enfermedad de larga evolución asociado al proceso de recaída; es decir con frecuencia se asiste a la recaída, sin embargo es posible evitarla o prevenirla. Para ello es necesario aceptar la realidad y enfrentarla teniendo un conocimiento básico del proceso.

El problema es que se piensa que la recaída es simplemente volver a consumir. Esto no es cierto. La recaída es un proceso que va desde el estado de abstinencia sostenida hasta el consumo, que se manifiesta con síntomas físicos y psíquicos y que no vienen a ser sino el retorno a patrones de pensamiento y conducta ya superados.

Cada vez que el adicto toma decisiones riesgosas en este proceso, se van acumulando tales decisiones, de modo que forja el camino de la recaída, hasta llegar a una situación incapaz de resistir e imposible de retroceder, siendo inevitable el consumo. Lo que empezó con actitudes y conductas irracionales se tornó irreversible, terminando inexorable, invariable y rígidamente en el consumo de la sustancia.

Podemos entonces definir la recaída como un proceso de retorno a pensamientos y comportamientos superados, que en definitiva lleva al consumo de la sustancia, volviendo al estado de adicción activa, semejante al período previo de la Rehabilitación.

No es recaída cuando el adicto deja de consumir un tiempo y vuelve a la carga otra vez; eso podría ser períodos alternos de consumo. Recaída es cuando estando en abstinencia y con cambios de conducta, es decir en Rehabilitación, vuelve a consumir.
Siempre una recaída implica desgaste de energía y sufrimiento, sin embargo puede tornarse en muchos momentos de aprendizaje. Cuando no existe un adecuado manejo de los factores de riesgo o descuida su proceso de cambios, puede recaer. Después de una recaída el adicto no va a ser el mismo; se va sentir más fortalecido, pues aprendió a superar los errores cometidos. No por ello decimos que es necesario recaer para una Rehabilitación exitosa.

Se puede estar en Rehabilitación y tener en este mismo período, síntomas de una recaída antes del consumo. Estos síntomas son:
• Pensamientos, sueños y deseos obsesivos.
• Autosuficiencia y actitud retadora.
• Desacato de normas establecidas en el Programa de Rehabilitación.
• Aislamiento, resentimiento e irritabilidad.
• Estado ansioso y depresivo sin explicación racional.
• Obsesión por aspectos económicos y financieros.
• Alteración en el ritmo circadiano del sueño.
• Dificultad para mantener la eutimia.

Éstos y otros síntomas se hacen evidentes durante el síndrome de la recaída, pero definitivamente tendrá su sello personal en cada adicto. Cuanto más severo sean los síntomas, más será la dificultad de aceptar los desafíos y comprender la tragedia humana que atraviesa. Finalmente diremos, así como se inicia el proceso de recaída,es felizmente inevitable su final que puede acontecer a iniciativa del propio adicto o por la intervención de otras personas, como familiares, terapeutas o consejeros espirituales. Son estos últimos, muchas veces quienes encontrándose próximos al adicto, entienden su necesidad y lo auxilian, lo rescatan y acaban con este tormento que paradójicamente es el inicio de la restauración con reestructuración cognitiva.