En algún momento, durante la vida, el ser humano presenta un cuadro depresivo que perturba su cotidianidad, impidiendo una actividad normal, produciendo dolor. Esta enfermedad requiere ser intervenido con prontitud a fin de darle mejoría al paciente.

La DEPRESIÓN muchas veces se hace crónica porque no se acude a tiempo al especialista. Una oportuna intervención médica sin lugar a dudas resolverá el grave problema que afronta. Entonces se hace necesario tratar los síntomas de esta enfermedad con urgencia y para ello la ciencia recurre a fármacos y técnicas psicoterapéuticas con el objetivo de extinguir los pensamientos, actitudes y conductas distorsionadas, llevándose a cabo la inhibición selectiva de algunas sustancias que existen en el cerebro llamadas neurotransmisores, produciéndose el incremento de dichas sustancias y por ende la reestructuración cognitiva.

Las estadísticas han demostrado que esta enfermedad es muy frecuente en la sociedad pos moderna, pero al lado de las cifras desalentadoras, surge el tratamiento ofertado en la actualidad, que concede la solución a los graves síntomas que presentan las personas enfermas.
La Depresión se presenta de diferentes formas, existiendo EL TRASTORNO DEPRESIVO GRAVE, EL TRASTORNO DISTÍMICO, LA DEPRESIÓN PSICÓTICA, EL TRASTORNO AFECTIVO EMOCIONAL, EL TRASTONO BIPOLAR, ENTRE OTRAS.

Los síntomas del Trastorno Depresivo son diversos. Cada paciente es único y por lo tanto la gravedad, duración y frecuencia de los mismos serán características a tomar en cuenta, por lo que el tratamiento será personalizado.

Presento aquí algunos síntomas a considerar:
• Tristeza, ansiedad o vacío.
• Desesperanza, pesimismo.
• Sentimientos de culpa, inutilidad, impotencia.
• Irritabilidad, inquietud.
• Fatiga y falta de energía.
• Pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaba.
• Dificultad para concentrarse y para tomar decisiones.
• Insomnio, despertar muy temprano, o dormir demasiado.
• Comer excesivamente o perder el apetito.
• Pensamientos suicidas o tentativas de suicidio.
• Dolores de cabeza, cólicos o problemas digestivos.

Resulta hartamente conocida la relación de causalidad existente entre algunas enfermedades y la depresión y viceversa. Estas otras enfermedades tienen sus particulares formas de presentación de síntomas que requieren ser identificados y tratados con el mismo rigor científico que el trastorno depresivo. Tales enfermedades como Los trastornos de ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la fobia social, y el trastorno de ansiedad generalizada, son las que van de la mano con la depresión. Además, acompañan a la depresión, la dependencia de alcohol o de otras sustancias. Hay también otras enfermedades como la enfermedad cardiaca, derrame cerebral, cáncer, VIH/SIDA, diabetes y la enfermedad de Parkinson, que guardan relación con la depresión.

Cuando se quiere conocer la causa de la depresión, debe recurrirse a la teoría de la multicausalidad; ella nos dice que varios factores explican su aparición, siendo importante resaltar aquéllos que están relacionados con lo psicológico, bioquímico y hasta genético.

Las neuroimágenes en los trastornos depresivos confirman que son enfermedades cerebrales, porque las áreas del cerebro que tienen que ver con la regulación del estado de ánimo, pensamiento, apetito y comportamiento, lucen diferente en un cerebro depresivo y nos dicen también que las sustancias químicas del cerebro o neurotransmisores, no funcionan adecuadamente, pero no nos dicen de las causas de la depresión.

Se sabe actualmente que algunas forma de depresión pueden transmitirse de generación en generación, pero otras pueden presentarse en aquellas personas que no tienen antecedentes familiares. Además, los eventos traumáticos, la pérdida de un ser querido, una relación complicada o cualquier situación estresante puede provocar un episodio de depresión.

De allí la necesidad de visitar al psiquiatra o psicoterapeuta, quien decidirá el esquema terapéutico y pronto la depresión ha de ser un suceso del pasado y solo eso.